Los términos «inapropiado», «desafiante» y «difícil» se utilizan a menudo para describir las conductas que nosotros (padres / sociedad / profesionales) consideramos inaceptables. El debate en torno a quién define e impone estos parámetros es demasiado grande para explicarlo en pocas páginas, por lo que hoy dirigiré nuestra atención a un aspecto más práctico. ¿Cómo ver qué hay más allá de esas conductas?