Los términos «inapropiado», «desafiante» y «difícil» se utilizan a menudo para describir las conductas que nosotros (padres / sociedad / profesionales) consideramos inaceptables. El debate en torno a quién define e impone estos parámetros es demasiado grande para explicarlo en pocas páginas, por lo que hoy dirigiré nuestra atención a un aspecto más práctico. ¿Cómo ver qué hay más allá de esas conductas?

La mayoría de la gente intenta trabajar el comportamiento desafiante a través de soluciones que han utilizado diferentes familias, las generaciones anteriores de maestros de escuela o de leer ciertos libros. El problema con este enfoque es que no logran determinar la función de la conducta. En otras palabras, ¿POR QUÉ está actuando su hijo así? ¿Qué propósito tiene la conducta inapropiada? ¿Debemos de atender a esa conducta? ¿Qué obtiene su hijo actuando de esa manera?

Debemos entender el «Por qué» si queremos implementar el procedimiento correcto que reducirá o eliminará el comportamiento desafiante. Sin entender el «por qué» de la  conducta, la técnica que se está utilizando probablemente no funcionará o, lo que es peor, hará que el comportamiento aumente en frecuencia y gravedad. Todos somos diferentes y tenemos necesidades únicas. La forma en que tú trabajas con tu hijo para disminuir el comportamiento inapropiado también debe serlo. Entonces, ¿cómo encuentra la solución que será específica para su hijo y su familia?

Primero, debes averiguar la función del comportamiento. Tenga en cuenta que cuando escribimos la palabra “Conducta” incluimos el lenguaje. Por lo tanto, estamos hablando de cualquier comportamiento de un ser humano. Incluimos: Hablar, llorar, pegar, abrazar, pensamientos o emociones internas, etc.

análisis conducta

Hay 4 funciones de comportamiento. Estas funciones explican la razón por la que participamos en las conductas, así como qué es lo que las mantienen. Esencialmente, son la fuerza detrás de todo lo que hacemos. La razón por la que mostramos un comportamiento nunca es «mala», pero a menudo la forma en la que comunicamos la función a los demás no es la más apropiada y eso es lo que causa los problemas.

Función 1: “Atención Mantenida”.

Bajo esta función participamos en comportamientos que en el pasado han tenido éxito en conseguir «cosas» a nuestro entorno, a través de otras personas.

La función de querer atención no está mal. Querer que alguien nos preste  atención es algo bueno, pero lo importante es cómo lo hacemos. Un niño que es verbal puede ser capaz de acercarse a sus compañeros y decir, «¿quieres jugar al baloncesto?», pero un niño con limitaciones verbales puede no ser capaz de lograr esto y en su lugar pueden lanzar la pelota al compañero mientras ellos no miran. Esto puede parecer malo si sólo observamos la acción de lanzar una pelota a otra persona, pero si damos un paso atrás y nos damos cuenta de que el niño en realidad solo quería jugar, pero carecía de las habilidades para lograrlo, podemos ver que en realidad es algo bueno y simplemente necesitamos enseñarle cómo pedirle a su amigo que juegue.

Función 2: “Escape”. 

Bajo esta función participamos en comportamientos que en el pasado han logrado eliminar/retirar cosas de nuestro entorno. Nosotros podemos participar en un comportamiento para que alguien se vaya o deje de hablar con nosotros o para hacer que artículos o sensaciones desaparezcan. Esta función a menudo se trata de forma incorrecta y conduce a un aumento de estos comportamientos. Bajo esta función obtenemos lo que queremos cuando algo desaparece de nuestro entorno.

Ejemplo: A un niño que tiene dificultades con las matemáticas se le ha pedido que complete una prueba de matemáticas. El niño no tiene las habilidades para completar el cuestionario y no sabe qué hacer, por lo que quiere escapar de la tarea. Empieza a patear el asiento de la persona que tiene delante. El maestro advierte: «Si sigues haciendo eso, te enviaré a la dirección”, el niño continúa pateando. El maestro dice: «Eso es todo. Dame tu cuestionario y vete a dirección”.

Si bien esto puede parecer indeseable para muchos de nosotros, el niño en realidad ha obtenido exactamente lo que quería – que el cuestionario desaparezca, no hacer la tarea de matemáticas . En esta situación el niño ha aprendido que cuando no quiere hacer una hoja de trabajo, pateas el asiento frente a ti y se te permitirá salir de la clase. Si un maestro supiera determinar la función de este comportamiento, podría ser capaz de identificar que su alumno no tenía las habilidades matemáticas para tener éxito y podría organizar algunas tutorías para que el niño se ponga al día o darle una actividad distinta. También podrían enseñarle al niño cómo pedir ayuda cuando se sienta abrumado por el trabajo de matemáticas.

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Función 3: Tangibles

Como humanos  participamos en ciertas conductas para obtener acceso a una cosa determinada (ítem) o actividad. Un tangible es algo que un individuo puede tocar o coger.  Muchos de nuestros niños además desarrollan grandes  apegos a objetos inusuales o muy específicos.

Ejemplo: Cuando Jenifer  llora, su madre le da el chupete. En el futuro, Jenifer  llora porque constantemente tiene como resultado el acceso al chupete. Otro caso menos común sería Joel quiere un juguete de su amigo. Durante el recreo, Joel golpea a su compañero, lo que hace que el compañero deje caer el juguete y llore. Como resultado del golpe, Joel ahora tiene acceso al juguete que quería. Este comportamiento de golpear continuará porque Joel se da cuenta de que cuando golpea a un amigo, lo más probable es que tenga acceso al juguete que quería.

En ambos ejemplos las conductas no son las más apropiadas o las que nos gustaría ver en nuestros hijos, pero para ellos son muy funcionales porque les da acceso a lo que quieren. Si mirásemos a las conductas desde su función podríamos identificar que los niños  no tienen o conocen las habilidades del lenguaje o sociales para conseguir acceso a esos tangibles de manera más apropiada. Deberíamos trabajar en enseñarle al niño/a cómo pedir el chupete o juguete o esperar a su turno o aceptar un NO de manera apropiada.

Soluciones y Sugerencias: «Si la persona con la que está trabajando tiene una actividad o artículo, quiere algunas estrategias que pueden ser efectivas:»

Función 4: Refuerzo automático (sensorial)

Esta función no requiere de otra persona para que la función del comportamiento se complete. Bajo esta función el niño va agregando o quitando a su entorno de forma independiente.

Ejemplo: Un niño está aburrido, entonces va y enciende la televisión. Un niño se siente abrumado al conocer mucha gente nueva en una reunión familiar, así que va y se esconde en el sótano y juega a la consola. 

Para los niños que tienen dificultades sociales o de lenguaje, a menudo tratan de satisfacer sus necesidades y hacer las cosas por su cuenta. Si bien esto puede conducir a una gran independencia, también puede conducir al aislamiento y soledad. Si un niño no ve a otras personas como una forma positiva de mejorar su entorno, es muy importante intervenir e implementar técnicas para enseñarles que involucrarse con los demás es la mejor manera de mejorar sus vidas.

En este apartado entrarían lo que conocemos como estereotipias y que suelen darse a menudo por déficits en distintas áreas como el lenguaje, el juego, las habilidades sociales, etc. 

Al mirar más allá de las «malas » conductas y descubrir la verdadera razón por la que su hijo participa en este tipo de comportamiento, podrás apoyarlos y enseñarles  una nueva conducta reemplazante con la misma función pero más apropiada.  Al final, todos tenemos necesidades similares y descubrir lo que necesita su hijo y apoyarlo para que accedan a ello de manera adecuada es un desafío que siempre valdrá la pena a pesar de los esfuerzos que pueda conllevar.

Esperamos que estos consejos puedan ayudaros.

Si tenéis alguna otra duda o tenéis diferentes preguntas podéis escribirnos o llamarnos a través de nuestra página de contacto.